Hay derrotas... y derrotas. Este tópico del fútbol salta de nuevo a la palestra para intentar definir lo ocurrido el sábado en Lezama. Es cierto que el Athletic Bilbao B fue superior y gozó de muchísimas ocasiones para ganar, por lo que, el 1-0 final es justo. Eso sí, la forma en la que se produjo, cuando pasaba ya más de medio minuto del descuento decretado por el colegiado y con un equipo exhausto defendiendo como gato panza arriba con nueve jugadores un punto que era de oro, fue demasiado cruel. Después de sufrir, nadar y nadar, cuando la Balompédica tocaba la orilla, una ola la engullía. Normal la desolación de los blanquinegros en el viaje de vuelta. Toca recuperar fuerzas, levantar la cabeza y comenzar a pensar en el Real Unión. El equipo sigue octavo.
Entrada la madrugada del domingo llegaba a Cuenca la expedición de la Balompédica tras un viaje largo en el que dio tiempo a digerir la dolorosa derrota en Lezama con ese gol de Aketxe, cuando el tiempo extra decretado por Iglesias Villanueva ya se había sobrepasado con creces. Fue la gota que colmó el vaso, pues aunque tanto el técnico, Jordi Fabregat, como los jugadores, reconocían la superioridad del filial bilbaíno que, antes de marcar, había gozado de innumerables ocasiones para adelantarse, el hecho de que la derrota llegara fuera de tiempo y después de haber sufrido tanto para mantener el empate, supuso un mazazo para los balompédicos que, además, acabaron enfadados con el colegiado gallego.
El Conquense protesta la segunda amarilla que le costó la expulsión a Aridani y cree que Alfonso toca balón en la acción en la que vio la roja. El clubpodría recurrir ambas acciones.
RIVERA, CON EL GRUPO
Pendiente de ello, la plantilla vuelve este lunes a entrenarse. Lo hará ya con su último fichaje, el delantero Alfonso Rivera.
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