Fútbol: Tercera // Con el play-off en el bolsillo, el Conquense debe mejorar
Sensaciones contradictorias en la U.B. Conquense tras certificar este domingo su clasificación para la fase de ascenso a Segunda B. Y es que, si bien este hecho debe catalogarse como un éxito, el juego ofrecido por el equipo en la recta final de esta temporada, con victorias sufridas y sin lustre ante equipos de la parte baja, hacen que, en vez de encarar el play-off con ilusión, el ambiente en Cuenca sea de incertidumbre y dudas. Por ello, la Balompédica está ante un doble objetivo en los dos partidos que le restan para acabar la liga. Primero debe asegurar la segunda plaza, para lo cual necesita un empate o que el Azuqueca pinche en un encuentro. Después y lo más importante para el futuro próximo, el equipo debe recuperar su identidad, su autoestima, mejorar y cargar las pilas. Llega la hora de la verdad y no puede haber dudas.
"Seguimos sin dar el tono que enganche al público. No saboreamos las victorias y eso es lo que más nos duele". Así de tajante se mostraba el entrenador de la U.B. Conquense, Jordi Fabregat al término del partido frente al Torrijos. Con los tres puntos en el bolsillo, el técnico catalán no ocultaba su satisfacción por el hecho de haber conseguido el primer objetivo marcado: jugar la fase de ascenso, pero mostraba a la perfección las sensaciones agridulces que han envuelto los últimos triunfos de los blanquinegros en La Fuensanta.
Había aventurado el tarraconense semanas atrás que, una vez se lograra el billete para los play-off, el equipo se quitaría la presión que le estaba atenazando. Pues bien, ese momento ha llegado. Quedan dos encuentros de liga para preparar la hora de la verdad y, además de certificar la segunda posición cuanto antes, Fabregat tiene claro que debe recuperar a una plantilla que, como reconocía, "ha llegado muy justa al tramo final de temporada".
Alcázar y C.F. Talavera
El Gimnástico de Alcázar y el C.F. Talavera serán los dos últimos rivales blanquinegros en liga. De los seis puntos en juego, el Conquense está obligado al menos a sumar uno para ser segundo. Eso o que el Azuqueca, tercero a cinco puntos de los balompédicos, empate o pierda en los dos choques que le quedan. Por tanto, si la Balompédica empata o gana el domingo próximo en Alcázar de San Juan será segunda, incluso perdiendo, si el Azuqueca no gana su partido en Almansa, también sería segunda.
Teniendo en cuenta que ese objetivo parece asequible salvo catástrofe, el Conquense debe ir pensando y analizando los cuartos clasificados de los otros grupos de Tercera de cara a la primera eliminatoria en la que tiene el derecho de jugar la vuelta en casa (26 de mayo, ida y 2 de junio, vuelta en La Fuensanta). Y ahí ya no habrá lugar a las dudas ni a fallos. En estos partidos, los errores se pagan caros y de ahí que Fabregat se haya puesto manos a la obra en recuperar la autoestima de un grupo que también acusa los retrasos en los pagos. La junta directiva trabaja en ello y confía satisfacer parte de ellos antes del comienzo de la fase de ascenso.
Mejorar o mejorar
Por todo ello, el Conquense tiene dos semanas por delante para mejorar en varios aspectos: en lo anímico, con jugadores a los que le falta un buen partido o un par de goles para volver a su mejor nivel; en lo táctico, conjuntándose y recuperando su mejor fútbol, fiel al estilo que le hizo crecer como equipo y que encandiló a la afición y, cuidado, también en lo físico, puesto que algunos futbolistas han llegado con la gasolina más que justa a estos últimos partidos. Tienen tres semanas por delante para llenar el depósito y llegar al cien por cien al próximo 26 de mayo.
El reto para el cuerpo técnico y la plantilla balompédica es lograrlo y seguro que la afición, aunque en los últimos encuentros se haya marchado desencantada, seguirá apoyándoles y llevándolos en volandas. Lo están deseando.
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